La prevención requiere colaboración
Cuando la OIT (Organización Internacional del Trabajo) lanza el lema “Actuar juntos para construir una cultura de Seguridad y salud positiva”, refuerza el planteamiento de que el objetivo de la salud cubre todos los ámbitos en los que vivimos, los laborales, los públicos y los privados.
Durante todo el largo ya periodo de pandemia por COVID-19 sp|activa, como servicio de prevención ajeno, ha coadyuvado de forma importante en el asesoramiento al empresario y a los trabajadores, con acciones técnicas y médicas, evaluando el riesgo, proponiendo medidas preventivas, determinando acciones para trabajadores vulnerables, gestionando casos y personas con contacto estrecho, realizando analíticas de antígenos o PCR, entre otras acciones.
Esta situación vivida, y en la que aun nos encontramos, ha potenciado lo importante que es promover la integración eficaz de la prevención de riesgos laborales en el sistema de gestión de la empresa, como pieza imprescindible para que el empresario, dentro de su deber de protección, garantice la seguridad y la salud de los trabajadores a su servicio en todos los aspectos relacionados con el trabajo, incluyendo en este caso los de salud pública.
Por todo ello, cuando la OIT emite el mensaje “Actuar juntos para construir una cultura de Seguridad y salud positiva”, aboca a la participación y al diálogo social, y a la vez da relevancia a que se cuente con un sistema de seguridad y salud en el trabajo (SST) sólido, buscando que no se pierda el objetivo de la creación de una cultura de seguridad y salud positiva, para lo que es necesario que haya una apropiación por todas las partes se ese espíritu, así como un necesario compromiso, condiciones necesarias para que se constate en el terreno práctico.
En el lugar de trabajo, una cultura de SST sólida es aquella en la que tanto la dirección como los trabajadores valoran y promueven el derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable. Además, en dicho entorno, los trabajadores se sienten cómodos tanto por la prevención ya implantada como por su participación planteando sus preocupaciones sobre posibles riesgos o peligros para la SST en el lugar de trabajo, de forma que todas las partes colaboren para encontrar soluciones adecuadas, eficaces y sostenibles. La prevención requiere colaboración.
Cuando la OIT (Organización Internacional del Trabajo) lanza el lema “Actuar juntos para construir una cultura de Seguridad y salud positiva”, refuerza el planteamiento de que el objetivo de la salud cubre todos los ámbitos en los que vivimos, los laborales, los públicos y los privados.
Durante todo el largo ya periodo de pandemia por COVID-19 sp|activa, como servicio de prevención ajeno, ha coadyuvado de forma importante en el asesoramiento al empresario y a los trabajadores, con acciones técnicas y médicas, evaluando el riesgo, proponiendo medidas preventivas, determinando acciones para trabajadores vulnerables, gestionando casos y personas con contacto estrecho, realizando analíticas de antígenos o PCR, entre otras acciones.
Esta situación vivida, y en la que aun nos encontramos, ha potenciado lo importante que es promover la integración eficaz de la prevención de riesgos laborales en el sistema de gestión de la empresa, como pieza imprescindible para que el empresario, dentro de su deber de protección, garantice la seguridad y la salud de los trabajadores a su servicio en todos los aspectos relacionados con el trabajo, incluyendo en este caso los de salud pública.
Por todo ello, cuando la OIT emite el mensaje “Actuar juntos para construir una cultura de Seguridad y salud positiva”, aboca a la participación y al diálogo social, y a la vez da relevancia a que se cuente con un sistema de seguridad y salud en el trabajo (SST) sólido, buscando que no se pierda el objetivo de la creación de una cultura de seguridad y salud positiva, para lo que es necesario que haya una apropiación por todas las partes se ese espíritu, así como un necesario compromiso, condiciones necesarias para que se constate en el terreno práctico.
En el lugar de trabajo, una cultura de SST sólida es aquella en la que tanto la dirección como los trabajadores valoran y promueven el derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable. Además, en dicho entorno, los trabajadores se sienten cómodos tanto por la prevención ya implantada como por su participación planteando sus preocupaciones sobre posibles riesgos o peligros para la SST en el lugar de trabajo, de forma que todas las partes colaboren para encontrar soluciones adecuadas, eficaces y sostenibles. La prevención requiere colaboración.
