Pocos EPI efectivos
Cuando hay presencia de riesgo por campos electromangéticos, de acuerdo al Real Decreto 299/2016, la empresa debe evaluar el riesgo y, si el resultado lo requiere, deben establecerse medidas preventivas.
Dichas medidas estarán en la línea de la eliminación del riesgo en origen, adopción de procedimientos de trabajo que conlleven una exposición menor a los campos electromagnéticos, elección de equipos que generen campos electromagnéticos menos intensos, uso de medidas de protección colectiva, limitación de la duración e intensidad de la exposición y, como último recurso, si las medidas anteriores no son suficientes, se deberá recurrir al uso de Equipos de Protección Individual (EPI) por parte de las personas que trabajan.
Hay que remarcar que esta última medida, la de uso de EPIs, no es una posibilidad muy realista, ya que pocos equipos que aportan una protección efectiva.
Para protección de la persona ante los campos eléctricos, el único equipo que podría aportar protección seria la ropa de protección conductora, de acuerdo a la UNE-EN 60895, en tensión hasta 800 kV de tensión nominal en corriente alterna y ± 600 kV en corriente continua, pero que su finalidad no es específicamente la de protección ante campo eléctrico, si no que es la de trabajo a potencial y pasar a formar parte del sistema conductor, quedando el cuerpo que está en el interior protegido -jaula de Faraday-. (sin entrar en lo aparatosa que es una protección de este tipo).
Para proteger a quien realiza el trabajo ante los campos electromagnéticos sólo existen los equipos que se fabriquen de acuerdo a la norma DIN 32780-100 Ropa de protección. Protección contra campos electromagnéticos en el rango de frecuencia de 80 MHz a 1 GHz. No hay para todo tipo de frecuencias.
Por ello, se denota que la protección individual sólo se podría llegar a considerar en casos muy concretos, de ahí que las medidas preventivas anteriores al uso de un EPI, deben ser con las que se debe aborda este riesgo.
Todo y que sin que su diseño esté específicamente previsto para protección de campos electromagnésticos, algunos EPI pueden reducir el riesgo de alguno de los efectos que se derivan de la exposición a campos electromagnéticos, como pueden ser guantes antiestáticos, ropa de protección antiestática, calzado antiestático, que aportan un efecto de disipación de carga eléctrica que se pueda generar o acumular en el cuerpo.
Así mismo, los EPI que protegen del choque eléctrico (pero que no protegen del campo eléctrico ni magnético), como pueden ser un casco aislante de la electricidad, guantes aislantes, manguitos aislantes, Ropa aislante de la electricidad o Calzado y cubrebotas aislantes (o la ropa conductora ya indicada anteriormente).
En el caso de trabajar en entornos con campos electromagnéticos intensos, también se debe analizar los efectos que pueden producirse, por la acción de estos campos, sobre otros EPI que se utilicen, como, por ejemplo, puede ser el calentamiento de una puntera de seguridad de un calzado si ésta es de acero.
Como conclusión se deriva que lo más importante es actuar sobre la protección colectiva, ya que la individual difícilmente podrá ser la solución.
Cuando hay presencia de riesgo por campos electromangéticos, de acuerdo al Real Decreto 299/2016, la empresa debe evaluar el riesgo y, si el resultado lo requiere, deben establecerse medidas preventivas.
Dichas medidas estarán en la línea de la eliminación del riesgo en origen, adopción de procedimientos de trabajo que conlleven una exposición menor a los campos electromagnéticos, elección de equipos que generen campos electromagnéticos menos intensos, uso de medidas de protección colectiva, limitación de la duración e intensidad de la exposición y, como último recurso, si las medidas anteriores no son suficientes, se deberá recurrir al uso de Equipos de Protección Individual (EPI) por parte de las personas que trabajan.
Hay que remarcar que esta última medida, la de uso de EPIs, no es una posibilidad muy realista, ya que pocos equipos que aportan una protección efectiva.
Para protección de la persona ante los campos eléctricos, el único equipo que podría aportar protección seria la ropa de protección conductora, de acuerdo a la UNE-EN 60895, en tensión hasta 800 kV de tensión nominal en corriente alterna y ± 600 kV en corriente continua, pero que su finalidad no es específicamente la de protección ante campo eléctrico, si no que es la de trabajo a potencial y pasar a formar parte del sistema conductor, quedando el cuerpo que está en el interior protegido -jaula de Faraday-. (sin entrar en lo aparatosa que es una protección de este tipo).
Para proteger a quien realiza el trabajo ante los campos electromagnéticos sólo existen los equipos que se fabriquen de acuerdo a la norma DIN 32780-100 Ropa de protección. Protección contra campos electromagnéticos en el rango de frecuencia de 80 MHz a 1 GHz. No hay para todo tipo de frecuencias.
Por ello, se denota que la protección individual sólo se podría llegar a considerar en casos muy concretos, de ahí que las medidas preventivas anteriores al uso de un EPI, deben ser con las que se debe aborda este riesgo.
Todo y que sin que su diseño esté específicamente previsto para protección de campos electromagnésticos, algunos EPI pueden reducir el riesgo de alguno de los efectos que se derivan de la exposición a campos electromagnéticos, como pueden ser guantes antiestáticos, ropa de protección antiestática, calzado antiestático, que aportan un efecto de disipación de carga eléctrica que se pueda generar o acumular en el cuerpo.
Así mismo, los EPI que protegen del choque eléctrico (pero que no protegen del campo eléctrico ni magnético), como pueden ser un casco aislante de la electricidad, guantes aislantes, manguitos aislantes, Ropa aislante de la electricidad o Calzado y cubrebotas aislantes (o la ropa conductora ya indicada anteriormente).
En el caso de trabajar en entornos con campos electromagnéticos intensos, también se debe analizar los efectos que pueden producirse, por la acción de estos campos, sobre otros EPI que se utilicen, como, por ejemplo, puede ser el calentamiento de una puntera de seguridad de un calzado si ésta es de acero.
Como conclusión se deriva que lo más importante es actuar sobre la protección colectiva, ya que la individual difícilmente podrá ser la solución.