La mayoría de personas sobreestima en gran medida las probabilidades de dejarlo por voluntad propia
En general, la mayoría de las personas sabe que el consumo de tabaco es perjudicial, pero no es consciente del amplio abanico de enfermedades específicas que provoca, las probabilidades de discapacidad y muerte a consecuencia del consumo a largo plazo, la velocidad o el grado de la adicción a la nicotina, o las propiedades nocivas del humo ajeno.
Las intervenciones importantes en materia de educación incluyen la divulgación de información entre la población en general sobre los riesgos que el consumo de tabaco entraña para la salud.
Tome la decisión de dejar de fumar
Dejar de fumar es una decisión que sólo usted puede tomar. Es probable que las demás personas quieran que deje el hábito, pero es usted quien debe realmente comprometerse.
Piense por qué quiere dejar de fumar.
¿Le preocupa que pueda padecer una enfermedad relacionada con el hábito de fumar?
¿Realmente cree que los beneficios de abandonar el hábito son mayores que los beneficios de continuar fumando?
¿Conoce a alguien que ha tenido problemas de salud debido al hábito de fumar?
¿Está listo para hacer un intento serio de dejar de fumar?
Escriba sus razones para dejar el hábito de modo que puede repasarlas cada vez que desee fumar.
Si está listo para dejar de fumar, fijar una fecha y establecer un plan le ayudará a alcanzar la próxima etapa para empezar a abandonar el hábito.
¿Cómo planea dejar de fumar?
Hay muchas maneras para dejar de fumar, y algunas funcionan mejor que otras. Hoy día, la terapia de reemplazo de nicotina y los medicamentos recetados son algunos entre otros métodos disponibles. Aprenda más sobre las maneras para dejar de fumar de modo que pueda encontrar el método más adecuado para usted. También es una buena idea consultar con su médico u otro personal sanitario y pedirle sus consejos y apoyo.
El apoyo es otra parte clave de su plan. Los programas para dejar de fumar, las reuniones de los fumadores anónimos, los materiales de autoayuda como libros y folletos, y los consejeros pueden ser de gran ayuda. Dígale también a su familia, amigos y compañeros de trabajo que usted decidió dejar de fumar. Ellos pueden darle ayuda y ánimo, lo que aumenta sus probabilidades de dejar el hábito por siempre.
En general, la mayoría de las personas sabe que el consumo de tabaco es perjudicial, pero no es consciente del amplio abanico de enfermedades específicas que provoca, las probabilidades de discapacidad y muerte a consecuencia del consumo a largo plazo, la velocidad o el grado de la adicción a la nicotina, o las propiedades nocivas del humo ajeno.
Las intervenciones importantes en materia de educación incluyen la divulgación de información entre la población en general sobre los riesgos que el consumo de tabaco entraña para la salud.
Tome la decisión de dejar de fumar
Dejar de fumar es una decisión que sólo usted puede tomar. Es probable que las demás personas quieran que deje el hábito, pero es usted quien debe realmente comprometerse.
Piense por qué quiere dejar de fumar.
¿Le preocupa que pueda padecer una enfermedad relacionada con el hábito de fumar?
¿Realmente cree que los beneficios de abandonar el hábito son mayores que los beneficios de continuar fumando?
¿Conoce a alguien que ha tenido problemas de salud debido al hábito de fumar?
¿Está listo para hacer un intento serio de dejar de fumar?
Escriba sus razones para dejar el hábito de modo que puede repasarlas cada vez que desee fumar.
Si está listo para dejar de fumar, fijar una fecha y establecer un plan le ayudará a alcanzar la próxima etapa para empezar a abandonar el hábito.
¿Cómo planea dejar de fumar?
Hay muchas maneras para dejar de fumar, y algunas funcionan mejor que otras. Hoy día, la terapia de reemplazo de nicotina y los medicamentos recetados son algunos entre otros métodos disponibles. Aprenda más sobre las maneras para dejar de fumar de modo que pueda encontrar el método más adecuado para usted. También es una buena idea consultar con su médico u otro personal sanitario y pedirle sus consejos y apoyo.
El apoyo es otra parte clave de su plan. Los programas para dejar de fumar, las reuniones de los fumadores anónimos, los materiales de autoayuda como libros y folletos, y los consejeros pueden ser de gran ayuda. Dígale también a su familia, amigos y compañeros de trabajo que usted decidió dejar de fumar. Ellos pueden darle ayuda y ánimo, lo que aumenta sus probabilidades de dejar el hábito por siempre.
